Es increíble que un estado de derecho acepte que el poder judicial tenga derecho a politizarse.Que los medios cuando hablan de un juez sepan su tendencia o color política.Y ahora encima les concedemos derecho a huelga.
Un articulo de Xosé Luis Barreiro que no tiene desperdicio
El ministro Bermejo acaba de concederles a los jueces su reivindicación más soñada, al pasarlos de simples funcionarios, que es lo que son, a puras vacas sagradas. En el medio de ambas categorías queda el abstracto e impersonal concepto de poder del Estado, al que en democracia solo se puede acceder mediante elección -directa o indirecta- y por tiempo limitado. Y, dado que los jueces ganan su plaza por oposición y para toda su vida laboral, solo cabe concluir que, si no son funcionarios -con trienios, horarios y concursos de traslados-, ni tampoco poderes del Estado -porque no son ni Gobierno, ni Parlamento, ni Consejo General del Poder Judicial-, solo pueden ser vacas sagradas, que es, por cierto, lo que aspiran a ser.
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