El Tribunal Supremo dice que los jueces tienen la obligación de celebrar todo tipo de bodas, incluidas las uniones entre personas del mismo sexo, sin que puedan alegar cuestiones morales para negarse a ello.
Al final si se ha hecho justicia y estos que van con la moralidad por delante llevan X detrás.
Y si se sienten mal por celebrar este tipo de bodas que se comulguen ,que su Dios los sabrá perdonar (si es que existe).
Ahora había que meter mano a los farmaceuticos que tengan "moralidad" y se nieguen a vender condones o píldoras.
Que pierdan complejos,¡que los supositorios no fomentan la homosexualidad!,y los condones no fomentan orgías,sino sexo seguro.
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